Qué te ofrece Walden en Arganda del Rey

El psicólogo de Walden Arganda actúa como un científico de la conducta humana, un experto en el cambio del comportamiento, que enseña recursos psicológicos a las personas para solucionar los problemas de la vida cotidiana, para así facilitar su adaptación al contexto en el que viven y sentirse bien a corto, medio y largo plazo.

“Lo psicológico” es la forma en la que las personas aprendemos a relacionarnos con el mundo que nos rodea, a interpretar nuestras experiencias y a organizarlas emitiendo comportamientos para adaptarnos a las circunstancias vitales en las que nos toca vivir. Hablamos de problemas psicológicos cuando dicha relación existente entre la persona y su entorno crea insatisfacción y/ o perjuicios a ella misma o a los que le rodean. 

Cuando hablamos de problemas psicológicos, por lo tanto, no nos estamos refiriendo a las mal denominadas “enfermedades mentales” que consideran que el problema está en el interior de la persona y que existe una causa orgánica que lo origina y un conjunto de síntomas específicos que se manifiestan. Los problemas psicológicos no cumplen estas características, no existe el virus de la ansiedad, la depresión o la timidez.

Dentro de la corriente cognitivo conductual, las técnicas de intervención psicológicas están basadas en el planteamiento científico de la psicología del aprendizaje, que estudia las leyes de aprendizaje universales para responder a la pregunta: ¿Cómo aprendemos a comportarnos de la forma en la que lo hacemos?

Para responder a esta pregunta, en un primer momento, se realiza una evaluación individualizada para entender en qué consiste el problema por el que la persona acude a consulta. Esto suele llevar en torno a tres sesiones.

El psicólogo cognitivo-conductual usa como herramienta de trabajo principal el análisis funcional, con el que hace un análisis detallado del problema del cliente y de los acontecimientos antecedentes y consecuentes a dichos problemas. Con estos elementos se pueden identificar no sólo las claves que configuran los problemas psicológicos, sino también los elementos que están manteniendo dichas conductas problemáticas. De este modo es posible diseñar un plan de tratamiento ajustado a cada caso particular. Mediante este análisis de cada caso, se puede llegar a explicar el modo en el que la persona aprendió dichas conductas.

Posteriormente se realiza la devolución de la explicación psicológica o la hipótesis explicativa sobre la forma en que se han aprendido dichos problemas y qué está propiciando que se mantengan en la actualidad. Se finalizará esta fase de evaluación con el establecimiento de los objetivos y el plan de tratamiento y la entrega al cliente de un informe escrito. 

Se enseñan las herramientas científicamente validadas para lograr los objetivos marcados. Según la persona va resolviendo el problema , aprendiendo las estrategias psicológicas, se van espaciando las sesiones hasta cumplir los objetivos pactados con el psicólogo. La terapia psicológica consistirá en aprender las estrategias y habilidades necesarias para solucionar aquello que le hizo acudir a la consulta. Y se pondrán en práctica inicialmente en la sesión, para poco a poco ir generalizando estos aprendizajes a los diferentes contextos de la vida real de la persona.

Por eso, el tratamiento psicológico requiere un trabajo conjunto y coordinado entre el psicólogo y la persona que demanda ayuda. En este sentido, el profesional enseñará y facilitará las condiciones para que los nuevos aprendizajes se den, pero finalmente, ha de ser el cliente quien los ponga en práctica en su vida diaria para que el problema se solucione.

La duración media del tratamiento Psicológico, es de tres a seis meses de duración (con un período de seguimiento posterior para supervisar que los avances conseguidos con el tratamiento se consolidan). Aunque hay que tener en cuenta que cada caso es único y son varios los factores de los que depende la duración del tratamiento: motivación de la persona para realizar las tareas, cambios no predecibles en otras áreas de la vida, etc. 
 

Para resumir, podemos concluir que el principal objetivo de todo tratamiento psicológico va a ser el conseguir favorecer el desarrollo integral de la persona en su entorno familiar, social, escolar, laboral... potenciando al máximo sus competencias personales.